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martes, 26 de julio de 2011

SANTIDAD O HIPOCRESÍA RELIGIOSA?

SANTIDAD O HIPOCRESÍA RELIGIOSA?
de Fermin Brito, el Domingo, 13 de febrero de 2011 a las 22:08
Hace poco escuche a un hermanito dialogar con un inconverso sobre su manera de entender el concepto de santidad. Decía mi hermanito que él no le gustaban los pantalones de tela fina, porque el cristiano tiene que hacer la diferencia y que Dios quiere que seamos santos por dentro y por fuera, a la verdad que me quede estupefacto y no quise intervenir. Sin embargo el inconverso le refutaba diciendo que Dios lo que le interesa es la conducta que muestra la persona, en su adentro, es decir en el corazón.
A la verdad que es una pena que todavia hallan hermanos que piensen y crean que lo que tenemos que cambiar es lo exterior, que basta con vestir como religiosos para constituirnos en  santos.
 Cuando me converti  a Cristo a mediado de 1988, existian en las iglesias tantos tabués que pareceria que su doctrina estaba basada en ellos.
Pasé mis años de primicias juvenil escuchando sin fundamentos algunos alegatos, tales como: que el derizado, los rolos, el maquillaje, el vigote o la pastilla larga o pata de gallo, los pantalones con pinzas, los pantalones para mujeres, los rolos para los cabellos, las uñas largas  y pintadas, mostrar los hombros, usar blusas con escotes o “tiritos” , que orar  de espalda  al pulpito o nuevos creyentes tocar algunos   instrumentos    (llamese musicales o utencilios dedicado al servicio); eran pecados...
Tanto asi, que hasta algunos ritmos musicales lo eran; tales como: merengue, bachata, rap, rock o hi hop; entre otros. 
Hoy en el 2011 a 23 años despues de mi conversion a Cristo, la iglesia del Señor no ha logrado librarse de algunos tabués, que solo le  han causado obstaculos y atrazos en su compromiso de discipular al mundo, y eso que en honor a la verdad, no puedo negar que hemos avanzados, pues ya son muchos los pastores y líderes que han salido de las universidades e institutos teologicos, que estan tratando de abrir las puertas a la esencia de la verdad del evangelio de Cristo, pero que han encontrado como se debia esperar obstaculos; debido a la gran cantidad de hermanitos fanáticos que se resisten a creer que el evangelio que trajo Jesucristo, es mucho mas que el bullicio y el desorden congregacional que erroneamente llamamos "pentecosté", pero que a la sazón esta muy lejos del verdadero pentecoste biblico.
Esos hermanitos de lo que hago mención y que se encuentran resistiendo para que las puertas del verdadero evangelio  no se abra de par en par en  los templos; son los murmuradores , acusadores y jueces de sus propios hermanos.
Ellos son lo que viven constantemente acusando a lo que deberian ser sus consiervos, de carnales y pocos cristianos; y digo deberian ser sus consiervos porque a la verdad parecen no servirles al mismo Cristo.
Algunos de estos hermanitos solo admiten en sus circulos de "santidad" a aquellos que estan en el contexto teologico como la iglesia de Laudicea (Apocalipsis 3:14); es decir, ni frio ni caliente, si no mas bien tibio.
Otros aceptan algunos conceptos de la esencia del evangelio de Cristo, y para estar en paz con los dos bandos, han creado su propia doctrina; la cual a igual que la de los fanáticos que creen que basta con cantar hasta el cansancio, danzar o hablar en lengua sin sentido, por carecer de interpretaciones, y dejarse llevar por sus emociones; la cual llaman Espiritu Santo, dicen que hay cosas que se puede hacer fuera del templo que en el templo no se puede hacer; es el caso de los pantalones para mujeres, o los accesorios que complementan  la belleza de la mujer.
En efecto, es inconsebible que se enseñe a las hermanas la hipocresía de que tú puedes ponerte pantalones o maquillarte; si no vas para el templo (el cual algunos llaman de manera erronia, iglesia) o si no vas a tener algunas participaciones en el servicio.
Estos hermanitos han caído en peor situaciones que los fanáticos; pues la hipocresía, lo ha llevado a estar encontra de lo que ya conocen del verdadero evangelio de Cristo (si es que en verdad lo conocen), y si lo conocen se merecen lo dicho por el apóstol santiago "le es pecado", pues sabiendo lo bueno no lo hacen.
Quiero concluir con una pregunta: Cuantos tiempos faltarán aún, para poder gozar de la verdadera libertad con que Cristo nos has llamado a ser libre, sin llegar ha ser libertino? 

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